Amy Winehouse, Avicii y Sylvia Plath acapararon los titulares al final de su vida por la misma razón: se suicidaron. Estos nombres se suman a una extensa lista de celebridades y personajes públicos, como Robin Williams, Kurt Cobain o Alejandra Pizarnik.

Los medios de comunicación suelen hacer una gran cobertura cuando muere una celebridad, sobre cuando ocurre un suicidio. No obstante, los medios tienen un importante papel y responsabilidad en la prevención del suicidio, que va más allá de dar a conocer los factores de riesgo, las medidas para identificar oportunamente componentes de las conductas suicidas, o los servicios de salud para atender este fenómeno.

El tratamiento de la información sobre suicidios, y cómo se dan a conocer, puede tener un efecto negativo sobre la conducta de quienes reciben estas noticias, algo que se ha llamado “Efecto Werther” y que se usa en la literatura técnica para referirse a la imitación de los suicidios.1

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “existe evidencia suficiente para sugerir que algunas formas de cubrimiento periodístico y televisivo real del suicidio están asociadas con un exceso en suicidios estadísticamente significativo; el impacto parece ser mayor entre la gente joven”.

El nombre de este efecto surge de Los sufrimientos del joven Werther, una novela epistolar que narra las penas de amor de su protagonista, el joven Werther, y que finalmente decide suicidarse usando un arma de fuego. Luego de la publicación del libro de J. W. Goethe en 1774, ocurrió una oleada de suicidios entre jóvenes europeos, quienes se quitaron la vida del mismo modo que el protagonista de la novela.2

Dos ejemplos de efectos Werther en las Américas ocurrieron, uno entre 1997 y 1999 en la provincia de Las Heras, en la Patagonia Argentina, donde 22 jóvenes de entre 18 y 28 años se suicidaron y varios niños más lo intentaron. Este suceso es descrito por la cronista Leila Guerriero en Los suicidas del fin del mundo.

Por otro lado, en Estados Unidos, un mes después del lanzamiento de la serie 13 Reasons Why, hubo un aumento del 28.9% en las tasas de suicidio entre los jóvenes estadounidenses de 10 a 17 años, después de tener en cuenta las tendencias en curso en las tasas de suicidio, según un estudio publicado en el Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry.4

Entonces, ¿cómo hacer una cobertura informativa responsable del suicidio? En 2000, la OMS emitió recomendaciones para profesionales de la comunicación con el objetivo de promover una cobertura informativa responsable sobre el suicidio. Las recomendaciones incluyen la interpretación cautelosa de las estadísticas, el uso de fuentes oficiales, confiables y auténticas; el tratamiento respetuoso de la información, entre otras.

Para informar sobre un suicidio, debe considerarse:1

  • Evitar la cobertura sensacionalista, particularmente cuando involucra a una celebridad. Las fotografías de la víctima, del método empleado y de la escena del suicidio deben evitarse. Los titulares en primera página nunca son la ubicación ideal para informar sobre un suicidio.
  • Deberán evitarse las descripciones detalladas del método usado y cómo lo obtuvo la víctima. Las investigaciones han demostrado que la cobertura por parte de los medios de comunicación tiene mayor impacto sobre el método de suicidio adoptado, que la misma frecuencia con que ocurren los suicidios.
  • No deberá informarse acerca del suicidio como algo inexplicable o simplista. El suicidio nunca es el resultado de un solo factor o hecho. Usualmente lo causa una compleja interacción de muchos factores tales como enfermedad mental y física, abuso de sustancias, conflictos familiares e interpersonales y acontecimientos estresantes.
  • El suicidio no deberá describirse como un método para enfrentar problemas personales tales como bancarrota, incapacidad de aprobar un examen, o abuso sexual.
  • Los informes deberán tener en cuenta el impacto sobre las familias y otros sobrevivientes en términos del estigma y el sufrimiento psicológico.
  • Glorificar a las víctimas de suicidio como mártires y objetos de adulación pública, puede sugerir a las personas vulnerables que la sociedad honra el comportamiento suicida. En vez de eso, deberá hacerse énfasis en lamentar la muerte de la persona.
  • Describir las consecuencias físicas de intentos de suicidio (daño cerebral, parálisis, etc.) puede actuar como elemento de disuasión.
  • Los medios y profesionales de la salud deben tomar un papel activo en la responsabilidad que tienen sobre la difusión de la información sobre suicidio y el posible impacto sobre la salud de la población, a través de una cobertura noticiosa responsable, respetuosa y basada en datos confiables.1




Redacción CENIDSP/SGyV-GM





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